

"Cuando termineis de grabar me avisáis". Esto fue lo que les dijo a The xx su futuro productor. Y tardaron dos años. De sobra ha merceido la pena la espera. Estos chicos londinenses acostumbrados a trabajar en la noche (no en la de las discos cool, si no en las de open 24h) trasladan su mundo íntimo y nocturno a sus canciones. Parece que lo oscuro sigue estando en el candelero y va a más. Si no, hecha un vistazo a glasvegas o a mis adorados whitelies. Es una evolución de los góticos y de los emo, porque no son ni una cosa ni la otra, pero se parecen bastante. El talento es así; inesperado, inetiquetable y espontáneo. Nunca sabes lo que unos chavalines de los suburbios lluviosos de London pueden ofrecerte. Love it.
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