la ley seca de Chicago en Barcelona

Urban secrets está detrás de un innovador proyecto que trata de aportar algo diferente dentro de la ciudad. De hecho, es tan diferente que cuando entras en la tintorería Dontell a llevar tu gabardina y guardarla junto con el resto de la ropa de verano, va y te encuentras con un grupo de gente a la que le piden las huellas dactilares. ¿Cómoooooo? Pero esto qué es? Dotoreas, te acercas, frunces el ceño y olisqueas alrededor, finalmente preguntas y aquí va la respuesta: es un restaurante clandestino! Molón o no? Barcelona ha sido la primera ciudad en España (por lo menos que yo sepa) en traer este nuevo concepto que ya existe en otros lugares del mundo. También el mismo concepto anda detrás de L´eclaireur en París, una tienda exclusiva y de lujo pero también clandestina a la que accedes a través de una supuesta perfumería. Si es que todo lo prohibido, aunque sea legal, nos atrae, no se puede evitar. Atrás quedarán los grandes escaparates? el visual merchandising? Ahora lo más es el hide marketing o el marketing del escondite, cuanto más cuesta de encontrar, más cool es. Tú qué opinas?