the drums en blanco y negro.
ay! qué ilusión. Por fin pudimos verlos, no sin muchos altercados por el camino. Si a alguien se le ocurre comprar alguna entrada en http://www.worldticketshop.com/ que no lo haga. Me las cancelaron una semana antes del concierto y todavía estoy esperando a que me devuelvan el dinero. Menos mal que en bitterzoet (amsterdam) se apiadaron de nosotros y pudimos a ver a estos genios emergentes. Llevan poco tiempo y tienen muy pocas canciones pero apuntan maneras. Ya están preparando su nuevo disco, del que tocaron alguna canción. El cantante tiene una fuerza arrolladora, su forma de bailar es una mezcla entre Ian Curtis y Antonio Machín (sí, entre movimientos espasmódicos y maraqueros con un estilazo difícil de imitar). Algo complicado pero con mucha personalidad. Lo mismo que el guitarra, que tenía tanta energía que se contenía para no estallar, aunque de vez en cuando le daba algún ramalazo y se ponía a dar saltos tocando la pandereta, poniéndonos una sonrisa a todos en la boca. En una sala tan pequeña la complicidad y la actitud es muy importante, porque todo se ve y ellos lo saben. Poses estudiadas pero naturales mientras cantaban todas sus canciones. Sí, incluida Lets go surfing, pero no una de sus baladas y de mis preferidas :(. Después de verlos tocar puedo decir que este post punk indie de Brooklyn tiene mucho futuro. Veremos cómo evolucionan, yo ya puedo decir que los he visto nacer...
En las fotos, uno de los movimientos del cantante, que no estaba quieto ni un segundo, el escenario vacío y un detalle de su batería.
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